La Campaña Mundial por la Educación parte de la convicción de que, en una sociedad plural, cada cual tiene unas características propias, diferentes e irrepetibles, por lo que defendemos una educación inclusiva, que promueva el acceso a una educación de calidad y que de la oportunidad a cada niño y niña en el mundo de alcanzar un nivel aceptable de conocimientos basado en sus propias características, intereses y capacidades. Por eso creemos que los sistemas educativos deben ser diseñados de modo que tengan en cuenta toda esa gama de diferentes características y necesidades de aprendizaje. Porque creemos que una educación inclusiva beneficia a todas las personas, enriquece el ámbito educativo, enseña a todo el alumnado a apreciar la diversidad, combate la discriminación y promueve sociedades más justas.
El objetivo general de la semana es sensibilizar a los y las representantes políticas miembros de la comunidad educativa, medios de comunicación y sociedad en general sobre la necesidad de hacer real y efectivo el derecho a una educación de calidad y promover respuestas sociales, educativas y políticas a favor de una educación para todos y todas.